El protocolo ha sido elaborado por el Ministerio de Sanidad y el MITMA en colaboración con las CCAA y el departamento de Viajeros del CNTC.
Con este protocolo diario de limpieza, se fijan las bases mínimas para la desinfección de autobuses, autocares e instalaciones.
Según informa ANETRA: “Una de las medidas que había solicitado con fuerza ANETRA y el conjunto de organizaciones miembro del Comité Nacional de Transporte por Carretera consistía en que el Sector dispusiera de una guía de referencia de limpieza y desinfección adecuadas en los vehículos y en las instalaciones de las empresas de transporte, que garantizaran a la ciudadanía una total seguridad higiénico-sanitaria en la utilización de todos y cada uno de los servicios de transporte de viajeros por carretera.
Bajo este fin, las organizaciones representativas del sector, bajo el paraguas del Comité Nacional de Transporte por Carretera, formalizó un grupo de trabajo junto con técnicos de los Ministerios de Sanidad y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, para publicar una guía de referencia que sirva a que las empresas del sector individualmente elaboren un procedimiento específico, método o protocolo de limpieza, suscrito por los responsables de la misma, tomando como referencia las recomendaciones señaladas en el Protocolo adjunto que ya ha sido publicado en las páginas web de ambos ministerios.
Productos de limpieza y desinfección, sus técnicas para su aplicación en el interior de vehículos y estaciones, la participación reglada del personal de limpieza o las frecuencias de las mismas, son aspectos que se resaltan en la guía, para que las empresas tengan un instrumento de referencia procedimental para su puesta en práctica sobre sus recursos materiales.”
En opinión de Juan Manuel Sierra, director ejecutivo de ANETRA, “más allá de todas las actuaciones llevadas a cabo en este ámbito por las empresas del sector, tanto con medios propios como subcontratados en empresas especializadas del sector, era urgente que se contara con una guía de referencia para que, con independencia del tamaño de la empresa y de los servicios de transporte que se lleven a cabo, sean aplicados, en aras de trasladar a la sociedad los entornos seguros con los que cuentan los ciudadanos y las empresas para resolver las necesidades de movimiento que surgen a cada momento, pero siempre garantizados rigurosamente desde el requisito higiénico-sanitario”.