Las trabajadoras del servicio de limpieza de los juzgados de Bizkaia se han concentrado este jueves ante la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) para denunciar las condiciones laborales, que según aseguran corresponden a la época de 1980. Las protestas se centran en el aumento de la carga de trabajo.

Las trabajadoras del servicio de limpieza de los juzgados de Bizkaia se han concentrado este jueves ante la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), en Bilbo, para celebrar un cotillón de Nochevieja y felicitar la entrada al año 1980 como forma de denunciar su «explotación» laboral, porque, aunque aquel año «queda muy lejos, las condiciones laborales del colectivo son de esa época y, en lugar de mejorar, empeoran».

Ataviadas con disfraces de fiesta han protagonizado un cotillón de fin de año con uvas, champán, y un guateque con música disco. Joseba Villarreal, de ELA, ha hecho de animador y maestro de ceremonias ataviado con capa, traje y peluca.

Con carteles con el lema ‘Valoriza, explota, el Gobierno Vasco consiente. Trabajadoras de la limpieza del juzgado en lucha’ o ‘Stop condiciones laborales ‘vintage’’, las trabajadoras han denunciado que las cargas de trabajo que soportan en la actualidad son «inasumibles» porque suman cada vez más metros cuadrados de superficie a limpiar por cada empleada.

Convocadas por ELA y CC.OO., las trabajadoras del servicio, subcontratado con la empresa Sacyr Valoriza desde el año 2010 y que da servicio a ocho juzgados de Bizkaia, han repartido octavillas entre los transeúntes para informar de una situación y de las movilizaciones que llevan a cabo desde hace alrededor de dos meses y medio, todas ellas «alegres y vistosas».

Cargas de trabajo

La responsable de ELA Maite Leizegi ha denunciado que las trabajadoras del servicio, alrededor de medio centenar, se sienten «explotadas» porque «cada día aumentan las cargas de trabajo y esta situación supone dejar nuestro trabajo a medio hacer para poder cumplir con las órdenes de la empresa, porque se niega a cubrir ninguna vacante».

Según ha explicado, cada trabajadora tiene asignadas unas tareas «en función del tiempo contratado». «Pero la realidad es que, aparte de nuestro trabajo, realizamos también el de las compañeras que están de vacaciones, de licencia o incapacidad temporal, entre otras».

Leizegi ha insistido en que «las cargas de trabajo, a fecha de hoy, son inasumibles, porque cada vez que hay una baja, una persona de vacaciones o una licencia, la empresa no está sustituyendo, y tenemos que hacer el mismo trabajo pero con la mitad del personal».

Nula voluntad de la dirección

Asimismo ha denunciado que con la dirección de la empresa solo se han reunido una vez en estos dos meses y medio «y su preocupación no era nuestra reivindicación sino que había muchas bajas, para lo que hizo una propuesta indignante que las trabajadoras hemos rechazado».

Por ello, la representante sindical ha advertido de que esta situación es «un riesgo» para la salud de las limpiadoras de los juzgados vizcainos, porque «el ritmo» al que trabajan «repercute en sus cuerpos».

En ese sentido, ha explicado que han solicitado a la dirección, en varias ocasiones, que cubra los puestos vacantes y así «recuperar la normalidad en nuestro trabajo», pero, según ha criticado, «no tiene voluntad de hacerlo».

Aspecto salarial

Las limpiadoras de los juzgados vizcaínos han adelantado que a partir de 2020 van a incorporar a sus demandas el aspecto salarial, sobre todo en materia de brecha de género, entre consignas como «Sacyr contrata y Sacyr explota» y «Por un trabajo digno, no a las cargas de trabajo».

El colectivo ha pedido responsabilidades tanto a la empresa Sacyr Valoriza, «por crear esta situación de explotación laboral», como a Lakua «por no hacer seguimiento del cumplimiento del contrato».