La planta que más lejía produce en España está en Huévar (Sevilla), justo al lado del centro logístico de Mercadona. SPB, interproveedor especializado en la fabricación de productos de limpieza y cuidado personal con la marca Bosque Verde, distribuyó el año pasado 23,4 millones de unidades de este producto y todas, el 100%, tuvieron como destino la cadena de distribución valenciana. La fábrica sevillana -la segunda de mayor producción de SPB, cuya matriz también es de Valencia- crece año a año un poco más, tanto en facturación como en volumen. Ha pasado de vender por valor 18,6 millones de euros en 2011 a hacerlo por 24,9 en 2015, un 33,8% más, y en el mismo periodo ha elevado el número de unidades de 37,8 millones a 48,9 millones (+27,2%). La previsión es llegar a los 52 millones en 2016, no sólo de lejía sino también de otros productos como agua destilada, fregasuelos, amoniaco, multiusos y ducha limpia. En su conjunto, SPB cerró 2015 con 110,7 millones de facturación, un 9,5% más que el año anterior y un 20,8% superior a la cifra de 2011. Además de la de Sevilla, la firma cuenta con tres fábricas más, todas situadas en Valencia.
El crecimiento permanente en Sevilla ha sido posible, entre otras cosas, por una inversión en mejora continua que ha ascendido a 15 millones de euros desde que la planta se inauguró, en el verano de 2007, a los que hay que sumar los 20 millones destinados a la obra civil. Entre otras cosas, la planta ha sumado dos líneas nuevas a las que ya tenía inicialmente, las dos para formatos PET, más eficientes y con una mayor capacidad de producción. A la de lejía y agua destilada de dos litros (con capacidad para 6.000 unidades por hora) y la de cinco (3.000 unidades por hora) se unieron en 2009 la línea 13.000 (13.000 unidades por hora), para fregasuelos y amoniacos; y en 2013 la 8.000S (8.000 unidades por hora), para multiusos y ducha limpia. En total, la fábrica produce ahora unas 200.000 unidades cada día.
SPB también ha incorporado destacadas mejoras como la conversión en automatizado de un almacén principal que antes era retractil, o la instalación de sistemas de visión artificial que miden aspectos críticos del proceso como el correcto roscado y etiquetado de las botellas, la legilibilidad del bote, el nivel de líquido, etc. En general, la empresa busca la automatización de los procesos al máximo. A modo de ejemplo, brazos robóticos preparan los palés de productos para su incorporación al almacén, con capacidad para más de 7.200 huecos. También ha evolucionado, en el caso de la lejía, hacia formatos más compactos y resistentes con el tapón, por ejemplo, en la parte superior, con el fin de mejorar la eficiencia productiva. SPB se ha fijado en detalles, además, como el asa de los productos, que ha ampliado para que sea más manejable para el cliente.