En los hogares existen grandes focos de contagio como la cocina, el baño y numerosos aparatos que son un importante riesgo de contagio. Siempre ha sido importante la limpieza y desinfección del hogar, pero actualmente, debido a la pandemia, debemos prestar especial interés en ella, principalmente en aquellos puntos que están directamente en contacto con las manos de distintas personas convirtiéndose en focos de infección.

La cocina y el baño son las zonas que más frecuentemente limpiamos, sobre todo si en casa somos varios convivientes. Eso sí, no podemos olvidarnos de limpiar con frecuencia las demás zonas de la casa, ya que en ellos también puede encontrarse el virus.

Limpiar y desinfectar no es lo mismo

La desinfección va más allá de la simple limpieza, puesto que se necesitan productos especiales para combatir el virus. Para limpiar y desinfectar objetos o superficies delicadas como smartphones o vitrocerámicas, se recomienda utilizar a diario paños de microfibra o trapos humedecidos, junto con el producto desinfectante oportuno, ya que los estropajos comunes podrían rayar, causando, por tanto, su deterioro.

Con respecto a los productos, es importante tener en cuenta el uso de productos no abrasivos, como la lejía o el amoniaco, pues resultan demasiado agresivos, así como asegurarnos que antes de la limpieza y desinfección el dispositivo, en caso de ser electrónico, esté completamente desconectado.

Antes de limpiar, dejar enfriar el aparato, extraerle pilas y baterías, apagarlo y desenchufarlo

También es fundamental que los líquidos no entren en contacto con las aperturas, como puede suceder a la hora de limpiar o desinfectar cepillos de dientes eléctricos, pen-drives o auriculares, así como no pulverizar directamente sobre el aparato.

En el caso de los móviles, que son unos de los mayores puntos calientes, se recomienda utilizar un trapo de microfibra para lentes, en la limpieza y desinfección de la funda sería suficiente el uso de agua y jabón y una toallita desinfectante, respectivamente. Para limpiar pantallas, lo mejor es usar un trapo seco y un producto neutro.

Si los dispositivos no tienen pantallas, como en el caso de los cargadores, el paño puede ser húmedo, aunque no se debe tocar la parte que esté en contacto con la electricidad. Además, se puede utilizar un cepillo de dientes para acabar con los restos acumulados en las rejillas, por ejemplo, de los auriculares.

Para los objetos no eléctricos, no hay riesgo en utilizar trapos húmedos y pulverizar producto desinfectante directamente sobre ellos, aunque si estos son delicados, mejor utilizar simplemente agua y jabón.

Fuente: Diario de Sevilla