Las cocinas de nuestros hogares y restaurantes son por norma general los sitios que más limpios deben estar ya que es allí donde cocinamos y podemos contraer más gérmenes y bacterias por eso su limpieza a fondo es esencial e imprescindible, incluyendo todos los utensilios y sartenes que usamos para cocinar.
Aquí va un truco para su limpieza rápida y sencilla: LA SAL.
La sal que tenemos en casa puede actuar como un abrasivo natural sin dañar el antiadherente de las mismas. Si es sal gorda mucho mejor, pero sirve cualquiera. ¿Cómo usarlo ? Pues muy fácil simplemente quita primero el máximo de aceite o grasa de la sartén y luego llénala de agua y ponla al fuego. Cuando esté caliente retírala de la sartén y límpiala de la manera habitual. De esta manera habrás eliminado toda la grasa y aceite sin dañar el antiadherente de la sartén.
Fuente: El periodico de Aragon.