Pamplona impregna varias calles con un producto llamado CK-Splash Back, que consigue «que la orina rebote en la fachada y que la persona que orine se moje el pantalón y los zapatos»
Una de las principales quejas que se producen entre los vecinos del casco antiguo de Pamplona, y también de los visitantes, durante las fiestas de San Fermín que se inician este miércoles es el desagradable olor a orina que despiden algunas calles del centro de la ciudad, y que incluso duraba más allá de los nueve días festivos. Y es que en unas fiestas en las que se consume mucho líquido hay que expulsarlo en algún momento y no siempre los baños de los bares o los urinarios portátiles que instala el Ayuntamiento son suficientes para satisfacer toda la demanda.
Por eso, este año el Ayuntamiento de Pamplona ha comprado un líquido que asegura ser repelente de la orina y lo ha echado en varias calles de la ciudad. No es que se trate de un repelente exactamente. Se trata de un líquido que crea una película impermeabilizante sobre la fachada del edificio, lo que evita que se manche la pared y salpica más de lo habitual, lo que suele acabar llegando al infractor produciendo un efecto más bien repulsivo.
El producto, CK-Splash Back, ha sido creado por la empresa de Vitoria Kliner Profesional, radicada en Júndiz, y ya ha sido empleado, dicen que con éxito, en localidades como la propia capital vasca, Santander, San Sebastián o Miranda de Ebro. «Orinar en la vía pública provoca problemas de fuertes olores y una sensación de inseguridad. CK-SPLASH BACK consigue que la orina rebote en la fachada y que la persona que orine se moje el pantalón y los zapatos», promete la empresa en su web. Una táctica un tanto vengativa, pero que aseguran que funciona.
Este año se impregnarán en Pamplona unos 500 metros cuadrados de los porches de la Plaza del Castillo, la Travesía de Espoz y Mina, plaza de los Burgos o la Bajada de Javier, algunos de los lugares más dados a este tipo de infracciones. No se trata únicamente de evitar los desagradables olores que produce la orina, se trata también de evitar los 300 euros de multa que supone ser cazado en este tipo de prácticas. Sólo en los Sanfermines del año pasado se impusieron 76 multas por orinar en la calle. Esta cantidad aumenta hasta más de 600 en todo el año.
El método del cubo y la fregona
Con el nuevo sistema antiorina, el Ayuntamiento de Pamplona no perderá del todo el dinero de las multas ya que se lo ahorrará en limpieza. Por un lado, harán falta menos productos de limpieza ya que hasta ahora al ser paredes porosas hacía falta más cantidad para limpiar bien los poros donde se podía quedar la suciedad. Y, además, será más rápido de limpiar ya que basta con aplicar la manguera sobre el suelo, puesto que la pared permanece limpia con el CK-Splash Back. El Ayuntamiento de Pamplona calcula que la limpieza de los orines de San Fermín cuestan al Consistorio unos 10.000 euros al año, por lo que el ahorro si este producto resulta eficaz sería importante.
Hace unos años, ya se ideó otro sistema más rudimentario contra los desaprensivos que orinaban en el exterior del Palacio de Navarra, sede del Ejecutivo foral. Entonces, si alguien era visto orinando en este edificio, un policía foral salía con un cubo y una fregona y obligaba al infractor a limpiar lo que había ensuciado. El resultado no fue muy exitoso, el estado etílico de quienes realizan estas prácticas no es el más adecuado para realizar una limpieza correcta. Además, la Policía Foral no tiene competencias más que en los edificios públicos forales, por lo que quizá este nuevo sistema produzca mejores resultados.