La Associació Catalana d’Empreses de Neteja (ASCEN), la patronal del sector, votó este jueves a favor de aceptar la propuesta de mediación consensuada con los trabajadores vía el departamento de Treball de la Generalitat sobre las nuevas condiciones del convenio para el sector de limpieza de edificios y locales de Catalunya.
El acuerdo, que fue ya aceptado el pasado 5 de abril por el 83% de los delegados sindicales, tiene una ultraactividad hasta 2024 e implica subidas salariales del 1,6% para el 2018 y del 1,5% del 2019 hasta el 2021. La ratificación formal por parte de ambas partes está previsto que se produzca el próximo 23 de abril.
El convenio vigente actualmente y que será sustituido por el nuevo vencía en el 2020, aunque patronal y sindicatos abrireron negociaciones antes de su vencimiento. El objetivo de la patronal era modificar el concepto y remuneración de la antigüedad, un complemento salarial por el que un trabajador podía llegar a cobrar hasta el 60% más de su salario y que se encontró con la oposición de los sindicatos.
Las negociaciones se han alargado 13 meses y tuvieron una huelga general del sector en Catalunya que los sindicatos hicieron coincidir con el 8 de marzo, día internacional de la mujer en el que hubo una huelga general en toda España. Los principales sindicatos en el sector, CCOO y UGT, tenían preavisos de huelga para cuatro jornadas más que no se acabaron haciendo efectivos dada la aceptación de ambas partes negociadoras de la propuesta de mediación del departamento de Treball, que no contemplaba modificar la antigüedad.
Satisfacción moderada por ambas partes
“Consideramos el acuerdo aceptable, aunque nos duele no haber podido incluir el concepto de la antigüedad, que para nosotros era una línea roja en la negociación y a la que hemos renunciado en post de la estabilidad en el sector”, afirma el portavoz de la patronal ASCEN, Josep Tres.
Los sindicatos se muestran satisfechos con el nuevo convenio alcanzado y con los aumentos salariales conseguidos que, no obstante, son inferiores a las posiciones de las que partieron. “Propusimos el 2,5% frente al 0,5% de la patronal y al final hemos aceptado un punto intermedio en la mediación”, afirma la secretaria del sector de la limpieza de UGT, Eloisa Valenzuela.
“El punto negativo es tener que asumir los incrementos al 0% de los años 2016 y 2017”, reconoce la secretària general de la federación de construcción y servicios de CCOO, Aurora Huerga. Ambas coinciden en el éxito que ha supuesto sacar la antiguedad de la negociación y haber conseguido bajar la jornada laboral anual máxima de las 1.820 horas a 1.800.
Uno de los puntos de la negociación en los que se muestran satisfechos tanto patronal como sindicatos es haber desvinculado las subidas salariales del IPC y haber cerrado porcentajes fijos, ya que el sector se nutre de contratos a presupuesto cerrado y mayoritariamente no revisables según las variaciones de inflación. Lo que provoca que variaciones inesperadas puedan descuadrar las cuentas.
La patronal, a tal respecto, espera que la administración pública tenga en cuenta la aceptación de las subidas salariales consensuadas en la mediación a la hora de presupuestar las licitaciones de los contratos de limpieza para edificios públicos.