El ozono es un agente para la desinfección de ambientes reconocido por la OMS Organización Mundial de la Salud, la cual especifica unas concentraciones máximas de 0’1 ppm (0,2 mg/m³) para exposiciones de unas 8 horas de forma continuada.
Siguiendo estas pautas, la ozonización es una técnica ideal para la desinfección de hoteles a fin de destruir agentes patógenos que hacen proliferar dichas infecciones sin necesidad de acudir a productos alterados o químicos que desprenden residuos o subproductos no deseados. El alto poder oxidante del ozono es el tratamiento más adecuado para la destrucción de bacterias, virus y/o gérmenes, además de permitir una oxigenación extra tras su descomposición molecular.
Ozonizar el ambiente de un hotel consiste en la colocación de generadores de ozono que trasmitan la cantidad de ozono necesaria en los conductos de climatización, de forma que el ozono llegue a todas las estancias
Está especialmente indicada su instalación en conductos que presentan unas renovaciones muy escasas o nulas y que son objeto de poca limpieza. Una vez esparcido el ozono, éste se pone en contacto con los agentes productores de estas infecciones, ambientes enrarecidos u olores, de manera que se adhieran a estas partículas oxidándolas y consecuentemente destruyéndolas.
A través del sistema descrito, no solo conseguimos la desinfección de los conductos mencionados, además conseguimos su esparcido por las distintas estancias consiguiendo un ambiente refrescado, limpio y sano, una vez cumplida su acción. El ambiente se torna libre de olores no deseados, purificando y beneficiando el lugar de trabajo, junto con las ventajas que generan para los usuarios y siempre bajo la premisa de utilizar un producto ecológico.