La pérdida de negocio a causa de la pandemia, aún manteniendo plantillas, y el incremento salarial de hasta un 3,5%, pactado en el convenio plurianual para el año en curso, deja al sector en una complicada situación económica.
El coste de la mano de obra en este sector supone hasta el 85% del gasto total que genera la prestación del servicio, lo que hace que los márgenes de negocio sean exiguos e, incluso, a pérdidas.
La pérdida de negocio de las empresas de limpieza a causa de la pandemia ha dejado al sector en una situación muy delicada, una circunstancia que, unida a la subida salarial en términos absolutos de hasta un 3,5% prevista para el año 2021 y pactada en el Convenio Colectivo, sitúa a las empresas de la limpieza al borde del abismo.
“A causa de la pandemia, muchas compañías se han visto obligadas a adaptar sus servicios, no con pocas dificultades organizativas, a las exigencias puntuales de los clientes, aceptando la modificación de los contratos en vigor en función de las necesidades de éstos como consecuencia de los cierres o las suspensiones de actividad a las que se han visto abocados, muy a su pesar. Pese a todo, las empresas han actuado con responsabilidad y generosidad asumiendo reducciones en las prestaciones comprometidas con nuestros clientes, por causa de la necesaria adecuación al régimen de teletrabajo de sus empleados”, explica Jesús Martín, presidente de la patronal de las empresas de limpieza madrileñas, AELMA.
Como en gran parte de los casos, las alteraciones producidas en las empresas no tenían causa directa con el Covid-19, sino en las decisiones unilaterales adoptadas en base a las razones citadas, lo que ha obligado a presentar ERTES por causas organizativas y productivas, ello ha comportado el mantenimiento de la cuantía íntegra de las cotizaciones del personal, con el consiguiente perjuicio económico para las empresas del ramo, dada la efectiva y real reducción en sus facturaciones.
Esta circunstancia, unida al gran esfuerzo que en su día hizo el sector pactando un convenio plurianual, con incrementos salariales anuales acordados hasta el año 2021 de hasta un 3,5% por cada ejercicio, no solo supone la pérdida de cualquier beneficio empresarial, sino que, incluso, provoca pérdidas en los resultados de las empresas como consecuencia del desequilibrio entre ingresos y gastos. Hay que tener en cuenta que en esta actividad, el coste por mano de obra supone el 85% del gasto total que genera la prestación del servicio.
En ese contexto tan desfavorable se hace necesaria la actualización en el precio de nuestros servicios para contribuir a reducir ese desajuste y permitir la adecuada revisión de salarios del personal que ha estado y sigue estando en la primera línea de actuación ante la pandemia, y que por tanto merece el reconocimiento de la revisión de su contraprestación por el trabajo que realiza.
“En esta situación y dado el esfuerzo que nuestros empleados han realizado por contribuir en gran medida a paliar los efectos de la pandemia, no solo no podemos, sino que tampoco deseamos, acometer actuaciones que puedan comprometer la revisión de sus salarios y ello a pesar de que la voluntad negociadora mantenida en su día conforme a la realidad vigente en la fecha de negociación, en nada se corresponde con el momento actual y con la recesión que se ha producido en el año 2020”, sostiene Jesús Martín.
Las empresas de limpieza han asumido el reto de participar activamente en la lucha contra la pandemia y ello ha posibilitado que el sector haya contribuido notablemente a la contención de su expansión a través de los medios humanos y técnicos que le son propios, los cuales han sido puestos a disposición de sus clientes, ocupando así un lugar relevante en el esfuerzo llevado a cabo por todos a fin de superar esta crisis.
Fuente: Roatán Comunicación