La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), indica que el lavado de las toallas hay que hacerlo una vez por semana para que no sean foco de gérmenes y malos olores. Si son las que usamos en el gimnasio es mejor ponerlas en la lavadora después de cada uso. Y en cualquier ámbito, mejor no compartir nunca las toallas, que sean de uso particular. El contacto directo con la piel y la humedad continua suelen convertir las toallas en un foco para la proliferación de hongos y bacterias.

La medida principal para evitar el mal olor es poner las toallas a secar después de cada uso y no dejarlas en el cesto de la colada húmedas.

Vamos a mostrar algunos consejos útiles:

1. Evita ponerlas en el cesto de la ropa sucia

2. Utiliza la cantidad justa de detergente

3. Bicarbonato de sodio para el mal olor en las toallas

4. Vinagre de vino blanco, remedio natural ( aplicar durante 20 minutos).

5. Guarda las toallas de forma correcta, es decir, asegurandote de que están completamente secas.

Fuente: El Español de Alicante